Es un profesional cualificado, con una formación específica en Mediación, que se encuentre inscrito en el Registro de Mediadores de comunidad en que te encuentres o bien en el Registro de Mediadores del Ministerio de Justicia  y que comprenda como se desenvuelven los conflictos y las expectativas de las partes.

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Está sujeto al secreto profesional y actúa con confidencialidad, imparcialidad y neutralidad.

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Carece de poder de decisión, y en ningún caso proporcionará información legal, ni opinión o consejo jurídico. Dirige el proceso de Mediación empleando técnicas o herramientas para favorecer el diálogo, la comunicación y la gestión positiva de los conflictos, promoviendo que sean las partes quienes construyan soluciones satisfactorias.

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Podrá redactar un acta de acuerdo a cumplir por las partes.

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En nuestro despacho, existe un servicio de mediación, tanto civil como familiar y mercantil, como un mecanismo de resolución de conflictos alternativa a los procedimientos judiciales, lo cual supone no sólo evitar la tardanza en la resolución del problema, sino además la posibilidad de que las partes participen de manera activa en la resolución de su propio conflicto.