Ante el fallecimiento de un ser querido se plantea el problema de qué hacer. 

Existen una serie de trámites a realizar por los familiares más cercanos para que finalmente se pueda adquirir la herencia y liquidar los impuestos correspondientes. En concreto solicitar del Registro Civil el certificado de fallecimiento y solicitar el certificado del Registro General de Actos de Ultima Voluntad. 

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Este  Registro certifica si la persona fallecida lo ha hecho habiendo otorgado testamento o no, lo cual es muy importante para concretar los posteriores pasos a seguir:

• En caso de que haya testamento, dicho certificado determina cual es el último testamento otorgado (el cual es el que regirá la sucesión) e indicará el Notario donde fue otorgado. Con esa información puede obtenerse copia autentica del mismo y concretar quienes son los llamados a la herencia.

• En caso de que no haya otorgado testamento, habrá que realizar la correspondiente “declaración de herederos ab instestato” la cual será otorgada ante Notario o ante el Juzgado, dependiendo si hay herederos en línea directa o no. 

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Una vez concretados los herederos, se deberá realizar un cuaderno particional donde consten todos los bienes y deudas que integran la herencia con el fin de poder aceptar la herencia por los llamados a la misma. Normalmente, en dicho trámite también se acuerda entre los herederos la partición de la herencia entre los mismos, siendo su forma más conveniente y usual la escritura pública ante Notario, sobre todo cuando hay bienes inmuebles. 

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Además de todo ello, hay que tener en cuenta que la herencia está sujeta al Impuesto de Sucesiones y Donaciones el cual debe ser liquidado en el plazo de seis meses desde el fallecimiento y el Impuesto de Incremento de Valor de los terreno de naturaleza urbana (plusvalía municipal) cuando existan bienes inmuebles urbanos en la herencia, si bien no todos los municipios cuentan con este tipo de impuesto. 

 

En nuestro despacho, te asesoramos y preparamos la documentación precisa para todos estos pasos, interviniendo incluso en aquellos procedimientos donde los herederos quieran partir la herencia y adjudicarse bienes concretos o parte de los mismos.